Jabón de limón.
El jabón de limón además de
embriagarnos con su refrescante olor cítrico, posee propiedades astringentes
y antisépticas que actúan de manera muy eficaz sobre las
pieles grasas y regulan las pieles mixtas, en las que, frente, nariz y
barbilla tienen un exceso de grasa y la zona de las mejillas suele presentar
mayor sequedad.
A su vez, gracias a su capacidad astringente
y desinfectante es muy recomendado para el tratamiento de todas
aquellas personas con espinillas, puntos negros… y a su vez, al aplicarlo
en la cara es eficaz contra la grasa mientras que es suave con aquellas zonas
más resecas.
En caso de tener varices
en las piernas, puede ser muy positivo darnos suaves friegas con este jabón por
las zonas varicosas, ya que puede aportarnos una agradable sensación
de bienestar aliviando el hormigueo.
Por otro lado, se recomienda lavarnos
la piel con este jabón en aquellas ocasiones en las que los mosquitos nos
hayan “visitado”, ya que mitiga el picor.
A la hora de utilizar este jabón,
me gustaría hacer especial hincapié en lo siguiente: este jabón está
elaborado con aceite esencial de limón el cual es fototóxico, por lo que se
recomienda no exponerse directamente al sol tras su aplicación ya que podrían
salir manchas en la piel.
Siempre que utilice los
aceites esenciales, estarán diluidos junto a otros componentes del jabón, por
lo que a la hora de las reacciones se disminuye la posibilidad de que aparezcan
las mismas, aún y así, yo recomiendo tener en cuenta todo lo mencionado.
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