Jabón de lavanda.
Creo que no me equivoco al
afirmar que la lavanda es una de las plantas que mas interés despierta a la
hora de dejarnos cautivar por su envolvente aroma. Así pues, aparte de
transportarnos a las idílicas tierras provenzales, la lavanda, cuenta con un
elevado número de principios activos que la convierten en una excelente fuente
de propiedades.
Una de sus características mas
atractivas, es su gran poder antiséptico, que la hacen muy efectiva en
el tratamiento externo de las lesiones de la piel. A su vez, esta
función se ve complementada por la capacidad astringente, hemostática, vasoconstrictora
y antioxidante que le aporta otro de sus activos.
Por todo ello el jabón de lavanda
es un aliado excelente para aplicar en las siguientes situaciones:
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Para combatir el eccema, soriasis así como las picaduras de
diferentes insectos.
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Para aquellas pieles maduras, que paulatinamente van perdiendo la
elasticidad y las defensas naturales.
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Para la piel de los más pequeños, ya que al igual que la manzanilla,
aporta mucha suavidad.
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Para aportarnos un extra de calma en aquellos momentos de estrés,
ya que el aroma de la lavanda tiene un efecto calmante muy apreciado. Es
por esto que los productos de lavanda son muy utilizados en el ámbito de los
masajes relajantes, baños calmantes, así como en el baño nocturno de los más
pequeños.
Como contraindicación
mencionar que, el aceite esencial de lavanda ( que en este caso
este jabón si que la contiene) puede producir alergias en personas
sensibles, en las que podría llegar a provocar una excitación del sistema
nervioso central.
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