Jabón de Ruda.



Jabón de ruda.

Puede que hoy en día, la Ruda no sea una de las plantas medicinales de la que más hayamos oído hablar, no obstante, tiene muchas cualidades de las que poder beneficiarnos.

 Por otro lado, pese a que este es un espacio reservado para los jabones y sus propiedades medicinales, en el que me he prometido a mí misma no enrollarme demasiado…, no puedo pasar por alto el siguiente apunte: la Ruda es y ha sido una planta a la que se le han atribuido gran cantidad de propiedades mágicas a lo largo de la historia, remontándonos a tradiciones y culturas tan remotas y diversas como la egipcia, hebrea, griega, romana o celta, entre otras muchas. En esta línea, se emplea para realizar limpiezas energéticas y eliminar todo aquello negativo que nos haya sido enviado (tradicionalmente maldiciones, mal de ojo…), siendo a su vez, un importante elemento de protección. 

Volviendo a los beneficios que nos puede aportar la ruda mediante su uso tópico, es conocida por sus propiedades antiinflamatorias, venotónicas (que favorece la circulación sanguínea en el sistema venoso) y vaso protectoras, que la hacen muy adecuda para su empleo en varices, edemas, piernas cansadas, así como en dolores ostearticulares. Del mismo modo, también me gustaría indicar, que la Ruda posee capacidad rubefaciente es decir, que debido al aumento del flujo sanguíneo puede causar cierto enrojecimiento o irritación en la piel.

La ruda al igual que otras plantas también es fotosensible, por lo que tras su eso no expongáis la piel directamente al sol.

Pese a que lo siguiente es más indicado en el caso de su uso interno, yo prefiero indicarlo de igual modo para evitar cualquier tipo de peligro; se aconseja evitar el uso de ruda en casos de embarazo, lactancia y enfermedades de riñón.

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